En un mundo en el que cada vez son más los que miran la hora directamente en su teléfono no resulta nada fácil vender un reloj.
Puede que sea mucho más cómodo mirar la hora en la muñeca en vez de sacar el móvil del bolsillo, pero tiene que tener algo más para convencer. Ese algo puede ser la última tecnología, como en el caso del Apple Watch, o puede ser un estilo inconfundible, como en el caso de los relojes Daniel Wellington (70€).
Cuando uno viaja por el mundo lo habitual es encontrarse con todo tipo de personas, a cada cual más pintoresca. Lo que no se imaginaba Filip Tysander, fundador de la marca, cuando conoció a aquel caballero británico con predilección por los relojes vintage es que le serviría de inspiración para crear una nueva linea de relojes. El caballero se llamaba Daniel Wellington y, además del nombre, aportó la idea de usar correas NATO de nylon.
Aunque a día de hoy estas correas son uno de los accesorios más elegantes que podemos encontrar, nacieron como parte del equipo que el Reino Unido daba a sus soldados. Al estar fabricadas en nylon resultaban más baratas y resistentes que las correas de cuero. Además, su doble vuelta aseguraba un movimiento mínimo de la caja al mismo tiempo que evitaba que esta se cayera si se rompía alguno de los eslabones.
El complemento perfecto
Un pasado difícil de imaginar cuando uno ve la sobriedad de la esfera que gobierna cada Daniel Wellington. De forma circular, las cajas están construidas en acero inoxidable y tienen tres acabados: plata, oro y oro rosa. Un diseño atemporal que no distingue entre hombres (77€) y mujeres (70€) más allá del tamaño.
Caja aparte, el verdadero atractivo de los relojes Daniel Wellington reside en la variedad de sus correas y la facilidad con la que se pueden intercambiar. Al igual que ocurre con el Apple Watch tenemos una amplia variedad de gamas y colores entre los que elegir, lo que a parte de personalidad hace que el reloj siempre pueda estar conjuntado con nosotros.
El toque de color lo ponen las correas NATO (21€, para mujer y hombre) fabricadas en nylon. Sus tonos son clásicos y mezclan colores como el azul marino, rojo, verde, morado, rosa y blanco. Hay combinaciones de todo tipo, desde las más sobrias hasta las más veraniegas.Mientras que el toque de elegancia lo ponen las de cuero (30€, para hombre y mujer). Resultan algo más complejas de colocar que las de NATO aún así no tenemos que acudir al relojero para ello.
Un reloj, en definitiva, atemporal que gracias a su diseño y versatilidad es perfecto para todo tipo de ocasiones. Desde las más elegantes hasta las más informales.
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El Imperdible 