Cuando vi por primera vez el intenso color amarillo del Ohto Sharp Pencil 2.0 supe iba a acabar en mi estuche.
Tengo un problema. Soy demasiado perfeccionista y sufro si mi entorno no está perfectamente ordenado y limpio. De ahí que los lápices y yo nunca hayamos tenido muy buena relación. En el colegió los usaba obligado, pero en cuanto pude los cambié por bolígrafos y plumas. Era imposible disfrutar lo más mínimo con algo que, además de incómodo, no paraba de manchar allá donde fuera: restos de goma, la suciedad del sacapuntas y para colmo teñía en negro el interior de mis estuches.

Es una de las pocas herramientas que me saca una sonrisa cada vez que la uso
Durante años los lápices y yo hemos ido cada uno por su camino, hasta que me encontré con el Ohto Sharp Pencil 2.0 en Three Staples (si os gusta esta columna os va a encantar este blog). El intenso color amarillo de su diseño tardó menos de 30 segundos en convencerme de que lo necesitaba en mi estuche. Aunque no fue hasta mi viaje a Londres cuando por fin lo encontré en una pequeña boutique de papelería llamada Quill (os recomiendo encarecidamente visitarla si podéis).
Desde Japón con amor

Puede sonar a tópico pero en pocos sitios aprecian y miman tanto la papelería como en Japón, ni siquiera Alemania. El esmero que ponen muchas de las compañías niponas en sus productos es envidiable y siempre utilizan los mejores materiales. Sólo hay que echar un ojo al catalogo de Midori, Hobonichi, Pilot o, en este caso, Ohto y su Sharp Pencil 2.0. Es algo que se nota a primera vista, pero que también se siente cuando escribes con él.
Su diseño está claramente inspirado en los lápices americanos, de un intenso color amarillo y con una goma al final por si las moscas. Un aspecto icónico que al Ohto Sharp Pencil 2.0 convierte en el portaminas más bonito que he visto.

Aunque también está disponible en negro, madera, granate y verde, lo cierto es que ninguno de estos colores le sienta tan bien como el amarillo. Haya lo que haya en la mesa tus ojos van a ir directos al Ohto Sharp Pencil 2.0 y el brillo que desprende su acabado.
Un portaminas con alma de lápiz

Al estar construido en madera resulta especialmente ligero para su tamaño. Ohto también fabrica un Sharp Pencil mucho más fino (con mina de 0,5 mm y un grosor similar al de un lápiz), pero me resulta más cómodo escribir con el modelo de 2 mm. Gran parte de mi problema con los lápices es lo incómodo que me resulta su forma hexagonal en un diámetro tan pequeño. De ahí que el grosor del Ohto Sharp Pencil 2.0 me parezca ideal.

Como estamos hablando de un portaminas, no vamos a tener nunca el problema de ver como mengua y se hace más incomodo según lo vamos afilando. Sólo tenemos que preocuparnos de hacernos con alguna mina de 2 mm (bastante comunes).

La mina que viene de serie es HB, el estándar vaya, aunque siempre puedes cambiarlo por la dureza que prefieras. Además, al ser de 2 mm no sólo resulta más resistente que las de 0,5 mm si no que además puedes utilizar un sacapuntas para lograr el grosor del trazo que prefieras. Yo tengo uno bastante normalito, pero Ohto fabrica uno realmente bonito.
En cuanto a la goma, lo cierto es que se podría considerar casi un elemento estético. Entre lo difícil que resulta encontrar recambios y lo regular que funciona apenas la he utilizado. Y salvo emergencia te recomendaría que tu tampoco lo hicieras.