Son simplemente las mejores. Os lo digo muy enserio, las patatas fritas con salsa queso de Shake Shack que os voy a enseñar a cocinar hoy no tienen rival.
Vayas a donde vayas seguro que encuentras un lugar donde sirven patatas fritas con salsa de queso. Es lo que tiene ser uno de los aperitivos/acompañantes de moda, que hasta las cadenas de comida rápida de toda la vida las sirven.
Sin embargo, os aseguro que ninguna parte están tan buenas como las patatas fritas con salsa de queso de Shake Shack. Su sabor, cremosidad, la forma en la que envuelve las patatas… Casi dan ganas de inyectársela en vena. Si os soy sincero, no sé qué tiene esta salsa de queso que, como el Rey Midas, convierte en oro todo lo que toca.
En el pasado os he enseñado a hacer todo tipo de salsas caseras para las patatas fritas e incluso boniato al horno con especias, pero no se pueden comparar con esta. Es de otra liga.
Cómo hacer las patatas fritas con salsa queso de Shake Shack en casa

Hasta que Shake Shack decida desembarcar oficialmente en España, sólo hay dos formas de probar semejante manjar. O viajas a alguna de las ciudades en las que está o puedes seguir esta receta y prepararlas tu mismo en casa.
Puede parecer que me la he inventado yo, pero en realidad esta receta para hacer las patatas fritas con salsa queso de Shake Shack en casa la han compartido ellos mismos. Según Shake Shack es un “close enough” (se acerca bastante) a lo que sirven en sus restaurantes. Si bien no es lo mismo, os puedo asegurar que saben muy muy parecidas.
Ingredientes:
– Patatas.
– Una cucharada de aceite de girasol.
– 1/2 de cebolla.
– 6 rodajas finas de jalapeños.
– 2 cucharaditas de granos de pimienta negra.
– 1 pizca de sal.
– 1 cucharada de vinagre blanco.
– 2 cucharada de vino blanco.
– 240 ml de nata para cocinar espesa.
– 150 gr de queso de tranchete.
– 150 gr de queso cheddar.
– Extra opcional: bacon.
Preparar la salsa de queso paso a paso

- Para empezar, echamos una cucharada de aceite de girasol en una sartén y ponemos el fuego a temperatura media. Después, añadimos la cebolla picada en dados pequeños, las rodajas de jalapeño, los granos (enteros) de pimienta y una pizca de sal. Cocinamos (unos 5 minutos) removiendo a menudo hasta que la cebolla quede transparente.
- Añadimos una cucharada de vinagre blanco, dos cucharaditas de vino blanco y cocinamos (otros 5 minutos) hasta que el líquido casi se haya evaporado.
- A continuación, añadimos los 240 ml de nata para cocinar espesa, removemos hasta que quede homogéneo. Bajamos la temperatura a fuego suave y dejamos que la nata absorba el sabor durante 30 minutos.
- Pasada media hora, subimos la temperatura de la sartén a fuego medio-alto pero sin dejar que empiece a hervir. Cuando esté bien caliente, ponemos el queso de tranchete y cheddar rayado en una olla y echamos el contenido de la sartén a través de un colador. Así eliminamos la cebolla, los jalapeños y los granos de pimienta.
- Por último, con el fuego a una temperatura suave, removemos el queso con la nata hasta que se derrita y quede una salsa homogénea.

A tener en cuenta:
– La salsa puede aguantar hasta una semana si la guardamos cubierta y en frío.
– Hay que servirla siempre caliente. La puedes recalentar en el microondas o haciendo un baño maría.
– No sólo está buena con las patatas, prueba a ponerla en una hamburguesa o un perrito caliente.
– Si quieres darle un toque extra prueba a freír algo de bacon y añadirlo a la salsa de queso.
El turno de las patatas

Por último, aunque no por ello menos importante, toca preparar las patatas fritas. Y es que de nada sirve tener la mejor salsa de queso del mundo si no hay dónde echarla.
- Para empezar, pelamos las patatas con la ayuda de un pelador y las cortamos en trozos del mismo tamaño. Si quieres ser fiel a las originales puedes hacerlo con la ayuda de un cortador ondulado.
- Después, las limpiamos con agua fría para eliminar todo el almidón y las secamos con papel de cocina.
- A continuación, echamos aceite suficiente como para freír en una sartén y ponemos el fuego a temperatura media. Añadimos las patatas y freímos hasta que queden con un ligero tono dorado.
- Subimos la temperatura del fuego y freímos las patatas hasta que queden crujientes por fuera. Cuando estén listas, las sacamos de la sartén y las colocamos sobre papel de cocina para quitarles el aceite sobrante.
Ya sólo hay que añadir la salsa de queso y listo. Ya tenemos nuestra versión casera de las patatas fritas con salsa de queso de Shake Shack.
El libro de recetas de Shake Shack

Esta receta (que he adaptado ligeramente) es sólo una de las 70 que os podéis encontrar en el libro de recetas oficial de Shake Shack (23€). Con él puedes aprender a cocinar desde las hamburguesas hasta los perritos, pasando por postres y bebidas, todo ello con todo tipo de trucos y consejos. Puede parecer extraño comprar el libro de recetas de una hamburguesería, pero os aseguro que merece mucho la pena.
Si le sumas una hamburguesa a la barbacoa y unos buenos amigos ya tienes las vacaciones de verano medio hechas…
Como siempre, si os animáis a preparar esta receta en casa no dudéis en enviarnos una foto a través de Twitter o Instagram.