Si estás cansado de comprar cuajadas mediocres en el super estás en el artículo correcto. Sigue leyendo si quieres aprender cómo hacer cuajada en casa. Te aseguro que será la mejor que comerás jamás.
Desde que descubrí las cuajadas me he embarcado en una misión para encontrar la mejor de todas. En los últimos meses he ido probando todas y cada una de las marcas que he encontrado en las tiendas. Desde las sorprendentemente baratas para la calidad hasta las estrepitosas (y caras) decepciones.
Si os fiáis en los lineales os daréis cuenta de que no hay mucha variedad, así que no tardé en encontrar mis favoritas. Sin embargo, aún me quedaba por probar la más importante de todas: la que se hace en casa.
Viendo la lista de ingredientes que tienen algunas cuajadas de super creía que sería algo difícil y costoso, pero me he encontrado con que no sólo aprender cómo hacer cuajada en casa es bastante sencillo si no que además es mucho más barata. Sobre todo si tienes en cuenta lo rica que queda en comparación con las que compras en la tienda.
Cómo hacer cuajada en casa

Como veis, en esta receta en la que os voy a explicar cómo hacer cuajada en casa sólo hay dos ingredientes: cuajo y leche. Es posible hacer cuajada con sobres de polvos pero ni es la forma tradicional y ni de lejos queda tan rica. Por no hablar de que el cuajo resulta más sencillo.
Ingredientes para 5 raciones:
– 1 l de leche de oveja fresca pasteurizada.
– Cuajo.
En cuanto a la leche, cuanta mayor calidad tenga mejor sabor tendrá la cuajada. Mi recomendación es usar leche de oveja fresca (la que se vende refrigerada) y que siempre esté pasteurizada. También podéis probar a usar leche de vaca u otros animales. Eso sí, siempre tendrá que ser entera y fresca. De lo contrario es muy probable que no acabe cuajando.
Vayamos paso a paso

Para empezar, colocamos un cazo a fuego medio y echamos el litro de leche de oveja fresca. Tenemos que calentarla hasta los 50ºC-55ºC así que es recomendable ayudarse de un termómetro.

Mientras la leche se calienta, es el momento de preparar los recipientes donde vayamos a guardar la cuajada. Pueden ser tanto de cristal como de barro, aunque mi recomendación es que cojáis unos tarros con tapa y así os ahorráis usar film.
Para prepararlos, simplemente echamos una entre 1 y 3 gotas de cuajo dentro (depende del tamaño del recipiente). En mi caso he echado 2 gotas de cuajo por cada 200 ml. Si echáis más o menos la cuajada quedará más o menos densa.

Cuando la leche esté caliente, la retiramos del fuego y la vertemos con la ayuda de un cazo o un embudo en los recipientes. También podéis ayudaros de una jarra.
Nada más echar la leche dentro del recipiente cogemos una cucharilla y con la parte trasera removemos media vuelta hacia la derecha y otra media vuelta hacia la izquierda. Repetimos con cada recipiente.

Ahora sólo queda dejar que las cuajadas reposen en la encimera (sin mover los recipientes) durante al menos 10 minutos. Cuando se templen las tapamos y las metemos a la nevera. Ya están listas para comer. ¿A qué no es tan difícil aprender cómo hacer cuajada en casa?
Con qué acompañar la cuajada

Soy de esas personas a las que les encanta comerse la cuajada sola pero la podéis acompañar de frutos secos como nueces o avellanas; la típica miel o mermelada; e incluso un poco de membrillo. O podéis echarle azúcar, eso ya es cosa vuestra.
Como veis, aprender cómo hacer cuajada en casa es bastante sencillo y resulta más barato que comprar una cuajada de una calidad similar en el super.
Si os ha gustado esta receta animáis a hacerla en casa no dudéis en mandarnos una foto del resultado por Twitter o Instagram.