En la era digital parece que toda la productividad viene en forma de app, pero las herramientas analógicas todavía tienen mucho que decir. De ahí que esta semana salga en busca de el mejor cuaderno de trabajo.
No lo voy a negar. Una de las mayores razones por las que empecé a usar cuadernos para tomar notas en el trabajo fue lo mucho que me gusta la papelería. Aunque he de decir que no lo hubiese hecho si no fuese por que todavía no he probado una app de notas que me guste.
Las apps tienen muchos puntos buenos: puedes compartir la información con otra gente, puedes buscar lo que has escrito y nunca te quedas sin páginas. Pero no es algo que aporte mucho al tipo de notas que guardo en mi cuaderno de trabajo: Notas de reuniones y lluvias de ideas que después paso a otros sitios. Eso por no hablar de las ventajas del papel: no te distrae, puedes pensar con mayor libertad y es menos intrusivo cuando estás hablando con otras personas.
De ahí que a estas alturas ya no me pregunte si tiene sentido o no tomar notas a mano, si no que esté en busca de el mejor cuaderno de trabajo.
¿Cómo es el mejor cuaderno de trabajo?

Lo cierto es que llevo bastante tiempo dandole vueltas a esto, pero estas últimas semanas (gracias en parte a los cuadernos que me han dejado los chicos de Studio Neat para probar), creo que por fin tengo claro cómo es el mejor cuaderno de trabajo.
Aunque antes de hablar de cómo es el mejor cuaderno de trabajo, creo que debería hacer un resumen de lo que apunto en él:
- Notas de reuniones con clientes y compañeros. Escribir a mano es rápido, sencillo, no necesita wifi ni batería y además no parece que estás distraído.
- Lluvias de ideas en forma de listas, bocetos, mapas mentales y todo tipo de formas de dar cuerpo a lo que se me ocurre.
- Marcar tareas en las notas de los dos puntos anteriores para después pasarlas a Things.
- Información varia que necesito en un momento puntual.
- Todo ello usando una versión propia y muy simplificada del Bullet Journal.
Dicho esto, vayamos al grano.
Para llevar siempre encima

Lo comenté cuando enseñé que hay en mi mochila, pero a la hora de elegir una herramienta de trabajo valoro mucho lo ligeras y pequeñas que sean. Así no me da pereza llevarlo siempre encima y tengo todo lo que necesito esté donde esté. De ahí que el mejor cuaderno de trabajo para llevar siempre encima sea de tamaño A5, con tapa blanda y tirando no a muchas páginas.
Si me hubieseis preguntado hace un par de semanas os hubiera dicho que mejor el tamaño A6 de las Field Notes, pero desde que he probado el Totebook de Studio Neat (20$ pack de 2) he cambiado de idea. Los A5 tienen espacio suficiente como para concentrar en una o dos páginas todas las notas que suelo tomar y así no tengo que andar pasando páginas como un loco para encontrarlo. Dicho esto, el Totebook tiene algunos extras que hacen que esté muy muy arriba en la lista de el mejor cuaderno de trabajo.

Para empezar, la calidad es simplemente estupenda. El papel tiene el ramaje perfecto y funciona genial tanto con plumas y tinta como con lápiz. La portada tiene un tacto de lo más gustoso. Si tuviese un poco más de rigidez ya sería perfecta.
No sólo es un cuaderno de puntos, si no que además tiene unas marcas especiales con las que puedes dividir la página o hacer cajas sin tener que contar o medir. Son tan sutiles que si no te fijas no las ves.

Además de las típicas secciones de índice, dueño, datos de contacto o una regla, el Totebook viene con 8 hojas perforadas para que separarlas del cuaderno y dividirlas en cuatro sea un juego de niños.
¡Ah! Y viene una pegatina para saber qué hay dentro cuando lo termines y lo archives en tu estantería.
Para la oficina

Sinceramente, nunca pensé que hablaría de “el mejor cuaderno de trabajo para la oficina” hasta que vi el Panobook de Studio Neat (20$). De hecho, es tan especial casi diría que es el único en su categoría.
Como se ve en la foto, el Panobook es un cuaderno pensado para el hueco de la mesa que queda entre tu y el teclado. De hecho, con sus 28 cm de ancho y 16 cm de alto es casi del mismo tamaño que los teclados de Apple. Sólo que con 50 hojas (100 páginas), tapa dura y espiral. Gracias a ello puedes tener una gran superficie para escribir, dibujar y todo eso sin tener que usar el ordenador de una forma incomoda.

Lo cierto es que no tenía muy claro si iba a tener sentido usar dos cuadernos de trabajo, pero si el que llevo siempre encima es para tomar notas y lluvias de ideas el Panobook lo uso para dar forma a proyectos como cuando me toca hacer alguna web, crear un calendario de contenidos…
Al igual que el Totebook, las hojas del Panobook tienen un patrón de puntos con marcas especiales para dividir cada hoja en cuatro, hacer tres cajas grandes del tamaño de una pantalla de móvil o seis cajas pequeñas que son perfectas para un Story Board. A la hora de diseñar una web puedes dejar a un lado los contenidos y al otro hacer un boceto te la estructura, por ejemplo.
En cuanto a las pijadas, viene la página habitual con información extra como una muestra de tamaños de tipografía o una regla y una cubierta de cartulina para apuntar un resumen del contenido y así encontrar más fácil lo que buscas cuando lo terminas y lo archivas en la estantería.
Y ahora la pregunta del millón: ¿Existen alternativas? Lo cierto es que no conozco nada que se le parezca tanto. Sólo se me vienen a la cabeza los cuadernos de dibujo apaisados con espiral, pero son mucho más altos al usar formatos estandar como el A4/A5. Pero el papel está pensado para dibujar y no tanto para escribir.
Y para ti, ¿cómo es el cuaderno de trabajo perfecto?
El Totebook y el Panobook han sido cedidos de manera gratuita por Studio Neat para probarlos pero eso no ha influenciado mi opinión sobre ellos.