Después de enseñaros lo que llevo en mi mochila creo que va siendo hora de enseñar qué hay en mi escritorio. Sobre todo ahora que estoy de estreno.
Puede que con media casa patas arriba no sea muy justo decirlo, pero ya tengo claro cuál es mi rincón preferido en nuestra nueva casa: el escritorio. Vaya sorpresón, ¿verdad? Cuál iba a ser si no con todo lo que me gusta la papelería, escribir y demás pijadas…
Si a eso le sumas que paso bastante tiempo en él, entre las horas que trabajo desde casa y el tiempo que le dedico a mis proyectos personales, ya tengo la excusa perfecta para darme el capricho decorándolo.
Todavía me quedan algunos cuadros por poner y comprar una silla, pero ya tiene todo lo necesario para que pueda presumir de mi rincón preferido de la casa.
¿Qué hay en mi escritorio?

No fue fácil decidirme, pero creo que acerté de lleno con el escritorio Janeiro de Maisons Du Monde. Su diseño vintage enamora a primera vista. Sobre todo con esas patas tan estilizadas y el color de la madera de mango. Queda tan bonito que ya se me ha olvidado lo mucho que me costó montarlo…

No tiene mucho espacio en los cajones, pero es el suficiente para tener a mano algunos cuadernos que no uso a diario o algún que otro estuche.

Además del escritorio, tengo algunos accesorios grandes como la cajonera de Zara Home en la que guardo una parte de mis pijadas de papelería: sacapuntas, gomas, tinta, pinzas, recambios…

También tengo varios de los accesorios de Hightide Penco, que para algo es mi marca favorita. El Storage Caddy (S 17€ – L 20€) hace las labores de portalápices y también guarda algún que otro cuaderno mientras que en el Penco Marbled Pen Tray (17€) dejo las plumas que estoy usando en ese momento. Tampoco puede faltar el porta celó Penco Tape Dispenser (25€).

Como suelo ir de un lado para otro hay algunas cosas que van y vienen del escritorio como mis cuadernos de trabajo o la agenda.

En cuanto el portátil / iPad Pro suelo trabajar usando la batería. Cuando no los necesito o toca cargarlos, los dejo escondidos en el hueco que queda entre la mesa y los cajones. Así ni molestan ni distraen.
¿A qué viene tanto postureo?

No me acuerdo si lo he mencionado alguna vez, pero hasta ahora la mayoría de fotos de interior de El Imperdible las hacia en un pequeño set que montaba sobre mi cama con una tabla de Ikea y un cartón pluma blanco. No es que no me gustase mi habitación o los muebles de mi casa, pero no pegaban en absoluto con el estilo que quería darle a El Imperdible. Una solución bonita y barata, aunque más que buena era bastante engorrosa. Sobre todo si además de montar el chiringuito tenía que cocinar o preparar otras cosas.
De ahí que, a la hora de decorar nuestra nueva casa, una de mis prioridades fuese contar con un escritorio en el que no sólo me pudiese sentar a trabajar si no que también sirviera para hacer todas las fotos.
Ahora sólo nos queda poner bonito el salón, el comedor y la habitación para tener una casa de revista. Por cierto, ¿os gustaría que Patricia hiciese un post con consejos sobre cómo decorar un piso con personalidad sin gastar mucho dinero?